Dieta vegetariana, ¿peligrosa para nuestra salud?

Esta tendencia dietética va en aumento. La población va siendo consciente de que reducir el consumo de productos de origen animal, entre otros comportamientos que vayan más unidos a crear un entorno más sostenible, es realmente un acto con mucho impacto en el medio ambiente.

Aclaremos primero, a grandes rasgos, las dos grandes tendencias dentro de la alimentación vegetariana:

 Vegetarianos (ovo-lacto): aquellas personas que no consumen productos de origen animal, a excepción de huevos y/o lácteos de mamíferos.

– Vegetariano estricto o vegano: no consumen alimentos de origen animal, teniendo en cuenta que una persona vegana traslada su especial cuidado por el medio y los seres vivos a todos los aspectos de su vida, como puede ser la ropa y el calzado, cosmética, modelo de consumo en general, activismo, etc.

Reducir el consumo animal, incluso, pasar a una dieta vegetariana o vegana, son conductas relacionadas pero, en términos de consejo nutricional, difieren bastante.

En una persona que lleve una dieta vegana, las consideraciones para que esa dieta sea saludable son, de base, las mismas para el resto de población, pero existen puntos clave a cuidar con más esmero: alimentos que debemos incluir para cubrir nutrientes que en otros casos son aportados por productos de origen animal, suplementación y combinación de alimentos entre otros. En personas deportistas, debemos cuidar además las fuentes de nutrientes, algunos suplementos adicionales y cantidades de proteína.

Ante la pregunta de si es peligrosa, la postura de la Asociación Americana de Dietética (American Dietetic Association) es que las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas, y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Incluso, este tipo dieta, bien planificada, es apropiada para todas las etapas de de la vida, incluido el embarazo, la lactancia, la infancia, la niñez y la adolescencia, así como para los atletas.”

Cada individuo debe adaptar su alimentación y suplementación pero, cuando se deja de consumir producto animal, y desde hace unos años, por consejo a raíz de las últimas investigaciones, también lo recomendamos a vegetarianos aunque consuman huevo y/o lácteos, todo individuo debe realizar una suplementación con VITAMINA B12.

La suplementación con cianocobalamina no ofrece riesgos y es aconsejable de manera preventiva.

Existen tres opciones posibles siendo la última la que os recomiendo:

• Incluir con la frecuencia adecuada alimentos enriquecidos con B12 como levadura de cerveza enriquecida, bebidas vegetales. Esto es algo complicado por eso no lo solemos pautar como “suficiente” ya que en este caso se debe asegurar una ingesta conjunta igual o superior a 2,4 microgramos.

• Tomar diariamente un suplemento que contenga por lo menos 25 microgramos (mcg o ug), masticándolo antes de tragarlo si son pastillas.

• Suplementarse una vez a la semana 2000 microgramos. Este suplemento puede adquirirse en cualquier farmacia, puede elegirse en cápsulas de 1000 mcg de las que nos tomaremos dos a la semana o el suplemento sublingual que es el que más me gusta, suplementando los 2000 mcg semanales en una única dosis para evitar olvidos.

Si decides llevar una dieta con menor consumo de producto animal o totalmente vegetariana, te recomiendo acudas a dietista-nutricionista especializado en tema. Resolverá tus dudas, hará más variada tu dieta y seguramente más saludable, de indicará como realizar la suplementación general y específica en tu caso, pero sobre todo aprenderás sobre tema y facilitará la transición a otra forma de alimentarte.

Artículo para NovaLife, Antena3.

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