Con eso de “falsos amigos” de nuestra cesta de la compra me refiero a productos que nos dan la impresión de ser saludables, incluso superiores a materias primas sencillas, pero en realidad, son alimentos pobres en nutrientes y que no benefician realmente a nuestra salud ni conducta dietética. Por ejemplo, cuando elegimos una Barrita sustitutiva en lugar de un huevo cocido o una pieza de fruta.
El exceso de publicidad pero sobre todo, los reclamos de estos productos que “prometen” ayudarte a estar más saludable o incluso a adelgazar, está provocando confusión en el consumidor.
Te muestro varios ejemplos de productos que quizás estás comprando en el supermercado, precisamente por pensar que son más saludables. Y te ofrezco a su vez alternativas mejores, nutricionalmente hablando.
POSTRE LÁCTEOS DESNATADOS, AZUCARADOS Y ENRIQUECIDOS
En multitud de micronutrientes que ya posee tu dieta habitual: en otros artículos te hablaré de las desventajas de elegir lácteos desnatados, ahora vamos más allá, pues el pasillo de la gama de postres aumenta:
- Postre de chocolate 0% grasa que, si lees bien lleva adicionado tanto azúcar como un helado cualquiera.
- Sin lactosa, cuando, si no presentas ningún problema ante este este azúcar naturalmente presente en la leche, un producto con esta etiqueta no indica que sea más saludable.
- Postres que intentan parecer yogures pero realmente están hechos a base de leche en polvo, azúcar y saborizantes.
Son solo algunos ejemplos. De este pasillo, la opción más saludable sería:
- Yogur natural sin azúcar, sin edulcorar, sin nada más añadido salvo cultivos propios del yogur, que son los que lo diferencian y lo hacen saludable.
- De vaca, aunque me parecen muy buena elección de cabra y /o de oveja.
- Queso batido natural (este se presenta desnatado, pero es buena opción).
- Kéfir de vaca o de cabra nautral.
- Skyr natural.
- Cuajada sin azúcar.
- Requesón.
CEREALES “DE DESAYUNO”
El marketing y los estudios financiados por una de las marcas más importantes de este sector, hicieron que este producto se propusiera indiscutible consumir a primera hora del día, y con ello, nos lo colocaron en la base de la ya obsoleta y tan criticada pirámide de la alimentación, convencidos todos de que era ideal para empezar el día, beneficioso para niños y adultos, nada más lejos de la realidad.
Son cereales pero muy procesados y con gran cantidad de azúcar, pero las marcas han sacados nuevas versiones “integrales” (falso, pues simplemente llevan algo de fibra añadida, no están constituidos por el cereal integral), sin azúcar (mientras le añaden azúcar con otras nomenclaturas, como siropes, fructosa, o edulcorantes, consiguiendo un producto incluso más dulce), así que evita estas cajas de desayuno si quieres mejorar tu alimentación y la de tus hijos.
Si necesitas una alternativa a este producto te recomiendo comprar el cereal entero, como copos de avena (en cuyo etiquetado de ingredientes lo único que contiene la caja es copo entero de avena), copos de maíz, o similares, en los cuales lo único que contiene el producto es, el cereal de maíz en cuestión.
Una opción que gusta a casi todos, es la tradicional tostada, mejor de pan integral, o, lo que más te recomiendo, dejar de pensar que los cereales o el pan son la única opción para desayunar, una pieza de fruta con un huevo revuelto es un desayuno que gana a las otras opciones mencionadas.
GALLETAS INTEGRALES
Lo explicado anteriormente sobre los cereales es aplicable a las galletas, no existe ninguna galleta saludable. Mi recomendación: come ocasionalmente la que te guste, pero nunca pensando que es saludable, o te ayudará con el colesterol o el estreñimiento. En términos de salud mi recomendación es, ninguna.
FIAMBRES
Nos cautivó su bonito color rosa y ese reclamo tan llamativo de “sin grasa”. Pero la propia denominación “fiambre” ya nos indica que es un producto de peor calidad nutricional. Suelen llevar en su composición poca carne y de baja calidad, azúcares y exceso de sal y otros ingredientes que los hacen muy apetitosos.
La alternativa como fuente de proteína para unas tostada, bocadillo, ensalada o preparación, sería huevo campero, jamón ibérico, quesos tiernos o curados, patés de legumbres como el hummus, cremas de frutos secos o tofu, si lo que buscas es una opción baja en grasa.
Ninguno de estos productos y sus variedades que “gritan” tener muchas propiedades saludables son mejores que una pieza de fruta y un puñado de frutos secos, una verdura, un huevo o unas hortalizas frescas. La diferencia es que estos últimos no necesitan decirte lo maravillosos que son, la comparación les ofende. Así que, ante la duda, elige alimentos sin etiqueta.