Espero que hayáis pasado un feliz verano, hayáis descansado, comido sano y aprovechado para hacer ejercicio al aire libre.
Se dice últimamente que septiembre es el nuevo enero, siendo este mes en el que nos marcamos más propósitos de buenos hábitos. Si sentís que no os habéis cuidado en verano y que incluso habéis abandonado las buenas costumbres en términos de alimentación, entrenamiento y descanso (el verano a veces nos lleva a dormir menos), aquí estamos para retomarlas juntos.
Como ya comentamos, no es el número de la báscula lo que debe marcar nuestro objetivo, sino mejorar nuestra composición corporal, que nos ayudará a optimizar nuestro rendimiento deportivo y a mejorar nuestra salud.
Cuando hablamos de adelgazar, debemos pensar siempre, en reducir masa grasa, y no en bajar peso.
A continuación os expongo cinco errores muy comunes cuando enfocamos nuestra alimentación a la reducción de grasa corporal:
- No modificar nuestros hábitos dietéticos porque hago ejercicio
En el caso de querer reducir grasa es fundamental cuidar nuestra alimentación. El ejercicio es un complemento indispensable, pero si tenemos un exceso de grasa corporal, y ya realizábamos ejercicio físico, significa que nuestra dieta no es la adecuada, ni a nivel cuantitativo ni cualitativo. Por tanto, deberemos elegir mejor el tipo de alimentos y el tamaño de las raciones de los mismos.
- Reducir mucho la ingesta calórica de forma prolongada
Este fue el primer error del cual os hablé en el anterior artículo, pero está tan asentado y es tan importante que merece un recordatorio. Como os dije, no se puede reducir todo el funcionamiento metabólico a un simple balance energético (“como menos y hago más ejercicio”). A corto plazo esto puede hacernos ver cambios en la báscula, pero a largo plazo provocará deficiencias nutricionales en nuestro metabolismo puede quedar dañado, que pueden causar efectos adversos (evitar que sigamos perdiendo grasa, empeorar nuestro rendimiento, etc.). Recordad, no todas las calorías son iguales. Comer muy poco no es la solución, hay que comer mejor.
- Dietas milagro
Son dañinas para nuestra salud. Las dietas milagro son aquellas que:
- Ofrecen pérdidas de peso muy rápidas.
- Promueven comer mucho de un solo alimento o eliminan o restringen severamente un grupo de alimentos entero.
- Aconsejan combinaciones específicas de alimentos.
- Ofrecen menús muy rígidos.
- Afirman que no hace falta hacer ejercicio.
- Incluyen sustitutivos de comidas, zumos detox, suplementos y/o medicamentos “milagrosos”. Quedáis avisados, son un gasto innecesario.
- Eliminar la grasa de la dieta
Es el mayor mito de los últimos tiempos en cuanto a alimentación y adelgazamiento. El simple hecho de eliminar la grasa de nuestra alimentación no te hará reducir la acumulada en tu cuerpo o no almacenar más. No debes eliminar la grasa de tu alimentación. Los ácidos grasos tienen papeles importantísimos en nuestro metabolismo y muchas vitaminas liposolubles (contenidas en la grasa), que son importantísimas para el buen funcionamiento de nuestro organismo y también para quemar grasa. Recuerda incluir en tu alimentación raciones adecuadas de aceite de oliva virgen extra, pescado azul, frutos secos y frutas con ácidos grasos muy interesantes, como el aguacate y el coco.
- Autoengaño
En ocasiones intentamos convencernos de que no conocemos el motivo por el cual mantenemos un exceso de grasa corporal. Para ello os recomiendo llevar un diario de estilo de vida, al menos durante una semana. Anota todas tus comidas y bebidas, horas de sueño, actividad diaria y de ejercicio físico. Sé sincero y proponte objetivos realistas: eliminar bebidas que no sean agua, caminar más, eliminar alimentos procesados, dormir más, etc.
Y sobre todo PACIENCIA, MUCHA PACIENCIA.
Artículo para Mizuno.