Pues, como la mayoría de cuestiones en este asunto del COVID19, no está del todo claro, no está demostrado que los alimentos y productos del super puedan contagiarnos, ni hay riesgo cero de que así así sea. Investigué un poco el tema para mi sección del blog NovaLife de antena en el que escribí este post con la información que pude encontrar y recomendación al respecto.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y según el Instituto Federal de la Evaluación de Riesgos (BfR), informó hace 15 días que no había casos con evidencia de que el foco de infección haya sido a través de este tipo de artículos contaminados. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), declaró al principio de toda esta crisis, que en relación a experiencias anteriores, no se había producido en otras crisis con virus similares, transmisión a través del consumo de alimentos que pudieran estar contaminados.
Recomendaciones de las que sí tenemos certeza
Lavarnos las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos.
Desinfectarnos las manos como es de obligación al llegar al supermercado y llevar mascarilla.
Intentar realizar la comprar de forma rápida, sin manipular en exceso productos y materias primas.
Realizar una compra grande y evitar acudir al supermercado cada semana, intenta de forma quincenal, si te falta un ingrediente come otra cosa, no pasa nada por llevar una dieta menos variada, te lo digo como nutricionista.
Cocina bien en casa los alimentos, con calor, sobre todo carnes, pescados y huevos.
Alimentos envasados
.Retirar los envases que sea posible parece ser una buena opción, pero habrá otros como cartones de leche, yogures, bolsas de verdura congelada… que sea más complicado.
.Limpiar con solución desinfectante, ya que algunos estudios como el publicado en el Journal of Hospital Infection en marzo, descubrió que el virus “pueden desactivarse eficazmente al desinfectar las superficies con etanol al 62-71%, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al 0,5% o hipoclorito de sodio (lejía doméstica) al 0,1% en 1 minuto”.
.Con respecto a envases que vayan a estar guardados más de dos o tres días, me preocuparía menos. Mi consejo es, guarda los envases tres días en tu despensa antes de consumir. El motivo es el siguiente:
En un estudio de mediados de marzo en una de las revistas científicas más importantes, New England Journal of Medicine, otro virus, el SARS-CoV-2 puede sobrevivir y conservar su capacidad infecciosa hasta por 24 horas en el cartón y hasta tres días en el plástico o acero inoxidable.
Todavía no ha pasado por la revisión de pares —un procedimiento estándar en las investigaciones científicas— y fue realizado bajo condiciones de laboratorio, es decir, con la temperatura y humedad controladas.
Otros organismos como la FDA han dicho algo parecido a mi recomendación: si te preocupa la contaminación de los alimentos y los empaques de alimentos que ha comprado en el supermercado, lávese las manos después de manipularlos cuando regrese del supermercado y después de retirar los envases. Ya que no entraña riesgo salvo la mala manipulación en casa.
La OMS, dice que una superficie puede estar infectada, límpiela con un desinfectante común, de los que hemos adquirido todas para las manos.
Cómo lavar los alimentos sin envase por precaución
Mi recomendación como nutricionista en esta situación:
Vivimos en el momento de la historia de la humanidad de mayor seguridad alimentaria, y no me refiero a estos últimos meses, más bien a los últimos años. Se producen alimentos seguros (no todos saludables, pero ese es otro tema), las intoxicaciones alimentarias han disminuido drásticamente. Además de comprar alimentos muy seguros, tenemos en el hogar muy buenos medios de manipulación y almacenaje, como el frigorífico y el congelador, que mantienen temperaturas óptimas para evitar el crecimiento exponencial de microorganismos patógenos en los alimentos. Por eso siempre apelamos en nutrición a que se vigile por nuestra parte la calidad nutricional y en casa, se tengan norma básicas de manipulación, como cocinar bien los alimentos potencialmente peligrosos como carnes, pescados y huevos crudos, y se separen de hortalizas que vayan a ser consumidas sin cocinar, a su vez, que estas y frutas se laven bien antes de su consumo.
Como estas verduras y frutas, llegan a nuestros hogares hoy, bastante cuidadas, recomendamos lavar bien con agua y consumir sin pelar, sin embargo, en la situación actual, durante unos meses, sería conveniente, además de lavar al llegar casa estar frutas y verduras con agua o incluso, si se quiere, con agua y lejía alimentaria, no la lejía convencional de desinfección. La Agencia Española del Consumo y la Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) dice que si vas a comer fruta con piel, verdura cruda en ensalada (lechuga, pepino, tomate), sería interesante lavar durante 5 minutos en agua potable con unos 4-5 ml por cada 3 litros de agua. Después es muy importante acláralas con abundante agua corriente. AECOSAN dice también que “la lejía debe estar etiquetada como ‘apta para la desinfección de agua de bebida'”, tal y como os dicho, la denominada lejía alimentaria, lo cual nos da indicación de que no sirve cualquiera. La lejía es un potente formado a partir de hipoclorito sódico, con gran poder abrasivo y que se utiliza para limpiar y blanquear ropa. Así que eliminemos este tipo de productos para los alimentos del concepto normal de lejía. De todos modos, ello no hace a este tipo de soluciones para alimentos menos peligrosas si no se toman las precauciones preceptivas y se sigue el método de uso indicado. Ni mucho menos se te ocurra lavar los alimentos con agua con jabón, esto podría ser más perjudicial aún. Así que, cuidado con esta fiebre de la desinfección.