Nuestro famoso café matutino, alto en proteínas, que tantas veces hemos explicado como hacer a través de redes sociales, tiene su espacio en mi libro explicado paso a paso, pero anteriormente ya había captado la atención de todos mis seguidores y la de algunos medios, como en esta ocasión, en el artículo de Elisa García Faya para Telva.
Elisa contaba:
Ese café fit que tanta popularidad está ganando últimamente en las redes sociales es un café con proteína. Pero no se trata de una proteína cualquiera sino de proteína de suero. Esta se extrae de una fracción de la leche y se define como un alimento en polvo. Es la proteína que contiene el suero, la porción acuosa que se separa del requesón cuando se hace el queso. Puede tener o no sabor. Se trata de un polvo blanco que, añadido al café, hace la función de leche, aunque puede dejar una textura más densa y espumosa.
Quien lo ha puesto de moda en las redes sociales ha sido la dietista- nutricionista Paloma Quintana.
Nos cuenta que tanto ella como su pareja lo consumen como desayuno en la mañana. “Se puede usar la proteína con agua fría y añadir el café”, nos relata. Asegura que el café puede estar recién hecho y caliente porque lo que estropea la proteína es calentarla directamente. Nos comenta que el sabor recuerda al de la leche, que deja más espuma (sobre todo si agitamos bien en un mixer) y afirma que no tiene los azúcares naturalmente presentes en la leche. “Es un café muy saciante y ayuda a cuadrar el aporte de proteínas diarias que nuestro organismo necesita”, dice la experta.
Paloma Quintana nos revela que suele emplear 30 gramos de proteína de suero por café, lo que equivale a un cacito de los que viene con el producto, que ella lo compra personalmente en tiendas de suplementación deportiva.
Le preguntamos en este sentido si se trata de un café que únicamente puedan consumir las personas que realicen entrenamientos intensos.
Nos dice que, aunque las personas sedentarias también pueden consumirlo, se pueden beneficiar más de él las personas activas y deportistas. Quintana asegura que es interesante reflexionar acerca de la cantidad de proteína que consumimos a lo largo del día.
Nos explica que tenemos que ingerir aproximadamente 1 g de proteína por kg de peso y día.
Sin embargo advierte que todo depende de de nuestro sexo, nuestro objetivo y de la actividad física que realicemos.
Como ejemplo nos dice que una mujer de 50 kilos debería consumir 50 gramos de proteína al día. En cambio, apunta que 100 gramos de pechuga de pollo, por ejemplo, no equivalen a 100 gramos de proteína. Como lleva otras cosas, no es tan fácil medirlo.
¿Qué nos recomienda entonces Paloma Quintana?
Que no hagamos cálculos. Es bien sencillo. “Si uno se analiza y ve que a lo largo del día incluye proteína, como pescado, huevos, carnes o legumbres, en todas sus comidas quizá no necesite ese aporte extra del café fit”. “Si necesitamos aportar proteína al desayuno porque solo tomamos una tostada con aceite y sal, por ejemplo, podemos tomar un cacito con el café”, dice la experta.
Preguntada por la posibilidad de que una persona con intolerancia a la lactosa pueda o no tomar proteína de suero sabiendo que esta es una fracción de la leche, la experta nos dice que no hay ningún problema sobre todo si es aislada e hidrolizada. “Otra cosa es que tengas intolerancia a la proteína de la leche. Entonces sí”, dice la experta. Y en esos casos recomienda la proteína de guisante o arroz, a partir de las que se puede hacer el mismo tipo de café y también existe con sabor.
De cualquier forma, si no tenemos intolerancia a la proteína de la leche debemos saber que la proteína de suero es un producto que se digiriere muy rápido y en general sienta bien.
En mi cuenta de instagram tengo varios destacados haciéndolo, además, muy atent@s, porque pronto tendréis un producto que aúna todo lo necesario para hacerlo en casa adicionando simplemente agua o la bebida que prefieras.
